martes, 11 de agosto de 2009

Lo que te hace escribir el verano

Bueno aqui les dejo una historia que he escrito en el dia de hoy porque sinceramente lo necesitaba. Espero que no se pasan con las criticas.
Y aviso es un yaoi, lo iba a cambiar y a ponerlo hetero pero puede que eso lo haga otro dia a estass horas ya no me apertece modificarlo mucho más.
Beaucoup bisses et disfruten!!

---

Calor interno

En un caluroso día de verano, el sol resplandecía y hacia que el océano atlántico brillase. La arena quemaba a rabiar a no ser que estuvieses en la orilla mojándote los pies. Yo, ya llevaba una semana en la playa, moreno, con mis abuelos pero a mi me aparecía como si llevase allí un mes. No se muy bien como, pero este año no estaban ninguno de mis amigos de de por aquí para pasar el verano. Unos estaban trabajando, otros estudiando, otros viajando…
Y yo, solo en la playa con mis abuelos, sin mis hermanos que estaban con mis padres de viaje de negocios en Italia. Ya, lo se, tendría que haberme ido con ellos a ver Roma pero es que no quiero ir con ellos quiero ir con alguien a quien ame, no con mi familia. Puede ser un poco absurdo, pero el año pasado hice lo mismo cuando fueron todos a Paris y yo no fui. Sinceramente, ya no se si soy un romántico empedernido o un estúpido.
Pero lo peor de todo no era eso, no. Lo peor era que llevaba un par de semanas con un calentón encima que no había forma de quitármelo de encima, por mucho que me desfogase. Necesito unos labios a los que besar, sentir unas manos acariciando mi cuerpo, necesito el calor corporal de otra persona, y sobretodo que otra persona me de mucho, mucho placer. Pero eso era imposible.
Pues debido a que estoy con mis abuelos no puedo autosatisfacerme con tranquilidad, y anterior novia me dejo hace una semana después de cinco meses y no haber echo nada. Como era virgen quería esperar, no estaba preparada lo entiendo, yo la podía esperar. Pero es que lo que me jode es que el ultimo mes, tuvimos muchos avances en lo respecto a ella, me dejaba acariciarla y tocarla más, pero a mi que me partiese un rayo. Tuve que estar reprimiéndome en sobre manera por ella. Y va y me dice hace una semana que quiere cortar conmigo, sin ninguna explicación.
En serio necesito ligar ya o meterme en el frió océano para tranquilizarme mientras nado.
Uff, el agua esta helada pero es perfecta para mi.
Me dedique gran parte de la mañana a nadar de un lado a otro de la orilla, y como soy nadador las corrientes marinas no me molestan mucho mientas nado.
Cuando salí del agua un chico se me acerco.
- ¡Ey! Oye, ¿tú eres Roberto de la facultad de economía?
- Sí ¿Quién lo pregunta? – le conteste con cierto recelo al chico.
- Oh, vaya encantado. Yo soy David, de la facultad de ingeniería. Este ha sido mi primer curso pero te vi nadar en la competición de facultades de la ciudad. – Me respondió sonriéndome.
- Ah, claro. – y nos estrechamos las manos. - Los de primer año no pueden competir solo a partir del segundo año.
- Yo como he entrado en el club de natación te he reconocido. – Que simpático el chaval y la verdad es parece de mi edad para ser un par de años más pequeño que yo. – Como ganaste la competición mucha gente te conoce.
- Bueno, es posible que el año que viene nos enfrentemos, ¿no? – le dije riéndome.
- Seguro que te ganaré. – Dijo de manera desafiante.
- Ya lo veremos. – Respondí desafiante mientras fruncía el ceño.

Nos pasamos un par de horas hablando e incluso nos bañamos juntos en el océano, porque con el calor que hacia si no estabas bajo una sombrilla te achicharras. Y lo mejor es que por un rato pude estar tranquilo.

- Robe, ¿te gustan los barcos? – Me pregunto pensativo.
- Si, uno de mis sueños es sacar el carne de conducir barcos para así poder tener un barco de vela y un catamarán. Adoro desde pequeño los catamaranes, casi todos los veranos mi familia y yo alquilamos uno.
* Un catamarán es un barco de vela que tiene una rejilla que hace de suelo y lo en medio y a los lados tiene una estructura más sólida. Por lo que en este tipo de barco te mojas mucho.*
- Pues sabes que tengo el catamarán de mi padre ahí al lado de esa bolla. – Dijo señalando al barco, pero le lo emocionado que estaba no me di cuenta de su suspicaz mirada.
- ¡No! – dije asombrado. – No puede ser.
- Si quieres nadamos hasta el barco y damos un paseo.
- Espera que se lo diga a mis abuelos y ahora vengo. – Conteste sin pensármelo dos veces.
Volví en un momento, pues solo había ido a avisar a mis abuelos que se volvieran ellos solos a casa que yo me iba a montar en barco.
Cuando regrese me lo encontré en la orilla esperándome.
- Ya estoy aquí – sonriendo como un niño chico. – Le he dejado a mis abuelos mis cosas.
- Ok. Oye ¿Qué te parece si hacemos una carrera y así averiguamos quién es él más rápido de los dos?
- Ok. Venga. – La verdad es que me lo esperaba.
- El que pierda tiene que hacer lo que le diga el ganador por un día. ¿Ok?
- Ok – le respondi desafiante. – Uno, dos, ¡TRES!
Y empezamos a nadar hasta la bolla. En un principio yo le llevaba ventaja pero a mitad de camino me alcanzo y poco a poco empezó a adelantarme.

- ¡Bien! – grito eufórico David. - ¡Gane! ¡Te gane!
He sido derrotado. Y por un principiante.
Joder, que larga ha sido la carrera. Ha habido un momento en el que creí que nunca llegaría al barco.
- ¡Robe! ¿Te encuentras bien? – me miro preocupado pero con brillo en sus ojos - ¿quieres que te ayude a subir?
- No, tranquilo. – le conteste con una sonrisa, que no pude reprimir después de haberle visto tan contento hace unos segundos. Parecía un niño pequeño. – Alejop.
- Venga, voy a enseñarte el catamarán. – Me dijo cuando subí abordo.

- Tenemos suerte de que hoy haga viento. – Me comento David – Así podremos dar el paseo con mayor velocidad.
- Vaya si quieres que me vaya ya me lo podrías haber dicho antes, ¿no crees?
- No me refería ha eso. – Me respondió un poco extrañado. – Me refiero, a que montar en catamarán es más divertido si hace viento y así podemos coger velocidad. Si no, no tiene mucha gracia.
- …
- Oye, toma una toalla. – Se dirigió a un pequeño baúl que había atado al mástil, del cual saco un par de toallas. – Que te puedes resfriar.
- Soy un poquito más duro. – le digo con un poco de soberbia.
- No lo dudo. – Se reía un poco interiormente, aunque no sabia donde había visto el chiste. – Sabes que el pelo largo te queda muy bien, a diferencia de a mi.
- Bueno, pero es muy engorroso algunas veces. – Me paso la toalla y empecé a secarme.
- Sabes una cosa.
- ¿El qué? – se encontraba a dos pasos de mi.
- Me gustaría besarte, Roberto.
Y dicho esto me agarro de la nuca y me beso. Yo sorprendido note como su lengua entraba en mi boca y toca mi lengua, incitándola a jugar, mientras me acariciaba el pelo con su mano.
En ese momento no me puede resistir a él pues me vinieron los calores que llevaban semanas agobiándome y atosigándome, y ahora por fin tenia lo que quería.
Le seguí el juego y le respondí con mi legua. Dios, me sentía derretir en sus labios.
Entonces el bajo una de sus manos, poco a poco, hacia mi bañador. Pude sentir que empezó a tocarme por encima del bañador. Pero, entonces se separo de mí mientras me devoraba con la mirada.
- ¿Vamos a dar ese paseo? – esa era un pregunta retórica. Y yo me encontraba tan acalorado que ni el agua que se filtraba por la rejilla del catamarán podía templar mi temperatura corporal. – Venga ayúdame a poner esto en marcha.

---

Pues nada aqui lo tienen. Esta historia decidi hacerla desde el punto de vista msculino desde un principio aunque después se fuese son una mujer (aunque al finas se due con un hombre lo se).
Pero bueno si la historia tiene su exito segire escribiendola.
Buenas noches que ya es muy tarde (^^)
PD: Puede que ahora en un ratiro suba otro capítilo de Eva y Adam pero si no lo subo hoy al medio día.

2 comentarios:

  1. Ummmmm...¿q estas haciendo exactamente en la playa?
    XDXDXDXDXDXDXD

    ResponderEliminar
  2. Lo dejaste ne la mejor parte. Estaria bien que lo siguieras (lemon *¬*) xD

    Me gusto ^^.
    Escribes muy bien : D

    Gracias por subscribirte ^^.

    Ciaoo

    ResponderEliminar

Comentarios: