martes, 30 de marzo de 2010

El frío suelo.

Bueno este es un relato que escribí hace algunos días (la verdad es que no mucho diría que solo un par), y como en breve voy a actualizar para hacer la espera más amena os dejó un pequeño aperitivo. Kiss and sweet dreams!! (^3^) muak!!
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El frío suelo.
Había echo una apuesta, si, una maldita apuesta de la que después me arrepentiría. Pero en ese momento yo lleno de orgullo, acepte el reto.
Era que no podía masturbarme durante una semana, si, esa era la apuesta.
Una semana en la que no podría dejar mi mente en blanco a causa de orgasmo, una semana en la que se empezaba a notar el colar de la primavera sobre la piel, una semana en la cual tendría que sofocar el calor que hubiese dentro de mi de cualquier manera.
Esta tarde, ya se que no tenía que haber leído ese articulo de esa maldita revista, pero la curiosidad me pudo.
Tenía mucho calor, demasiado calor, y no había forma de que consiguiese calmarme.
La tenía levantada, totalmente dura y resistente, resistente a hacerme caso.
Ya no sabia que hacer pues las palabra que había leído no se iban de mi mente, cada vez sonando más fuertes y claras en mi mente. Y sin poder separar la vista de esas perversas letras.
Al final, en algún momento, pude desviar la vista de ellas, de mi manzana roja echa palabras.
Me encogí sobre mi mismo, para dejar de pensar en aquellas palabras, pero en mi cabeza ya solo estaban las imágenes que esa perversas y maliciosas palabras me habían echo crear.
Sabia que una ducha no me ayudaría, debido que al notar el agua, esas gotas, recorriendo mi cuerpo no me ayudarían nada y terminaría por perder la apuesta.
Entonces, pensé en el frío suelo. Me extendí sobre la fría superficie todo lo que pude. Al principio no servía de mucho porque lo único que notaba era como la temperatura de mi cuerpo subía, para contrarrestar el frío del suelo, con las imágenes nítidamente pasando por mi mente.
Sentía como el frío del suelo me iba envolviendo poco a poco, aunque mi mente no se calmaba pero si mi cuerpo. Me iba helando poco a poco, respirando poco a poco, respirando profunda y pausadamente hasta que pude sentir como volvía tener mi temperatura corporal estabilizada.
Permanecí un rato más en el frío suelo pensando en como a mi la curiosidad mató al gato, o mejor dicho como casi pierdo por la curiosidad del gato.
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Espero impaciente vuestras opiniones (*^^*).

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