miércoles, 12 de agosto de 2009

New Eva y Adam

Bueno, aqui esta el nuevo capítulo de Eva y Adam!!.
Espero que les guste porque lo mio me ha costado, ademas he tenido que hacer algunas modificaciones en el anterior capítulo (habia puesto cahmpo en vez de champú). Y además después he modificado bastantes cosas del capítulo.
Sin más demora aqui tienen el ultimo capítulo de Eva y Adam, espero que les guste (^^)

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Capitulo 3

Fui a ver después de las clases a Adam pero no conseguí nada, y volvimos juntos a casa como siempre. Todavía tenia en la cabeza el momento champú, no me atrevía a contarle nada. Y pase gran parte de la tarde y de la noche jugando a la Playstation3, concretamente pasándome El Final Fantasy 7. Porque se que no voy a poder dormir, así que me puse a jugar toda la noche para que estuviese muerta de sueño para así no pensar en lo que me había sucedido hoy.



Hoy por la mañana la volví a ver por el pasillo de la segunda planta mientras me dirigía a griego.
- Buenos días Eva – dijo Diana, saludándome con esa belleza que conseguía tener nuestra diosa griega incluso por la mañana temprano.
- Hola. – Iba a seguir para adelante porque llegaba tarde clase, pero ella me retuvo cogiéndome del brazo.
- Te tengo que devolver el champú – agrego de forma suave cerca de mi oído, evaluando mi reacción.
- Es verdad, - ¿Por qué tenía que estar tan cerca que podía oír su respiración? ¿Porque tiene que tener un perfume tan embriagador? - me lo puedes devolver más tarde es que ahora tengo prisa, llego tarde de nuevo a clase de griego. – Le respondí sonriendo mientras la miraba a los ojos de la forma más serena posible.
- Vale. – Dijo suspirando con un poco de decepción. – Cuando quieras pásate por mi clase y te lo devuelvo.
- Ok después de esta hora me paso, byebye.
Le dije adiós con la mano mientras me volvía y seguía mi camino. Aunque mi corazón latía a mil por segundo. Pero como llegaba tarde a clase tuve que ir corriendo para llegar a tiempo, y así pude calmarme.




Pase a recoger mi champú a su clase, y ese viernes por la tarde fui a casa de Adam a pasar toda el rato jugando a videojuegos hasta que se me quemasen los ojos. ¡¡Yeah!! Estas cosas son las que me hacen pensar que soy un poco friki, pues eso de desear que llegue la tarde del viernes para ir a casa de Adam, o de cualquier otro, a jugar a videojuegos es muy friki, pero bueno a mí me encanta.
Cuando llevábamos ya dos horas jugando hicimos una parada para tomar un tarta casara que él había preparado anteriormente. Tenia una base de galleta con plátano bañado en leche merengada, y por ultimo una cremosa nata puesta encima con trocitos de chocolate. Y ahora que habíamos echo una parada volvía a pasar por mi mente el momento champú.
- Oye, Adam.
- ¿Si? – Mierda, no se porque se me tiene que ocurrir contárselo. Me estaba mirando con su típica mirada de “me tienes que decir algo ¿no?”, como me molesta eso.
- Tengo una cosita que contarte, pero… um… solo te lo contare si tú me cuentas que te pasa últimamente. ¿Sí? – Así al menos podría sacarle que era lo que le pasaba.
- No, no te lo pienso contar.
- Jumm. Que poco me quieres. – Le replique haciéndome la indignada mientras cogía otro trozo de tarta.
- Pero si no me lo cuentas, - con un rápido movimiento, va el malvado, pervertido y odioso y me quita mi plato de tarta y mi tenedor – te quedas sin comer más tarta.
- ¡Nooo! – No entiendo porque siempre tiene que ser tan odioso, además ¿no entiendo como siempre termina chantajeando me con los deliciosos postres que sabe preparar? - ¡Devuélvelo! ¡Revuélveme la Banana Cake! – Ese es el nombre con el que Adam había bautizado a la tarta.
- Nop, y si no me lo cuentas no te dejare llevar el trozo que te tengo guardado para que te lo lleves a casa.
Es odioso. Pero no se lo pienso contar. No esta vez no.
- Bueno, pues nada viendo tu negativa voy a tirarlo. – Dijo retándome mientras se levantaba.
Pero Dios no se puede tirar semejante manjar a la basura. Con lo delicioso que esta se me cae la baba…
- ¡Vale! Ok, ok – le grite cuando ya había llegado a la puerta. – Te lo contare.
- Muy bien a si me gusta. – Y me puso el plato delante mía, mientras sonreía con satisfacción.
De verdad, no se como este chico puede tener a medio instituto bajo sus pies. De verdad que no lo entiendo, con lo retorcido y malo que es.
- Bueno, - me lleva a la boca ese delicioso manjar. – pues el otro día…
Y empecé a relatarle lo ocurrido el día del champú.
Cuando termine de contárselo, estaba un poco, bastante, asombrado pero se recupero rápido.
- Entonces, ¿ya no te gusta la Banana Cake?
- No, si esta deliciosa tu tarta. – Su cara era un poema. – Pero porque me miras así si has sido tú el que a dicho… amm. – Ahora lo pillaba si. – Lo siento no lo había pillado.
Y ahora se volvía a reír de mi en toda mi cara, pero eso si a carcajada limpia.
- Es… jajaja…. es que… - No podía aguantar de reírse. – algunas veces eres muy inocentona. JAJAJAJA.
- Bueno, - ya estaba un poco harta de la situación – ¿vamos a seguir jugando? Que te voy a dar la paliza de tu vida en el Sour Calibur 3.
- ¡No! Pero ¿qué más ha pasado?
- No pienso contarte más penoso pervertido.
- ¿Si te gano me lo cuentas?
- Jumm, solo si me ganas. – Cosa que era imposible, tratándose de videojuegos.

Estuvimos jugando hasta bien entrada la noche. Y no consiguió ganarme ni en este juego ni en otro. Por lo que volví ha mi casa feliz por haber ganado mis partidas e incluso haber conseguido un nuevo record a la hora de machacarle en otro juego de tiros.




Los días iban pasando y yo iba conociendo poco a poco más a Diana. Podría decirse que éramos amigas de toda la vida. Ahora, compartíamos mucho el tiempo juntas. Por ejemplo: hacíamos las dos juntas los ejercicios de Educación Física, siempre que hiciese falta hacer algo en pareja, y si no estábamos siempre al lado hablando la una con la otra. En clase de Arte era un poco diferente porque las dos estábamos muy concentradas pintándonos mutuamente, pero cuando no y una de las dos iba a cambiar el agua del vaso o cualquier otra cosa nos poníamos a charlar. Incluso hubo un día en el que nos pusimos a jugar con el agua del fregadero de la clase, al principio la gente se nos quedo mirando con caras raras pero después se unieron a jugar en nuestra batalla pasada por agua. Tuvimos que quedarnos después de las clases limpiando el aula como castigo, y como la clase del jueves era a última hora desde ese día empezaron a tener por costumbre volver a casa juntas. Todos los jueves, y todo lo que el camino nos permitiera.
Pero me daba la sensación de que pasado este idilio, que duraba un mes, las cosas cambiarían y no podría disfrutar más de su compañía. Porque para mí, esta situación era mi excusa para estar con ella, y cuando llegase el día de la exposición todo se acabaría.
No quería que pasase el tiempo.
Y sin darme cuenta, entre exámenes, clases, y noches en vela, llegó el último día que teníamos para terminar el retrato, el jueves a última hora. La siguiente semana era marzo y junto con este mes la semana cultural.



Casi había terminado el cuadro, lo único que me quedaba es darle un poco de más luz a sus ojos, y retrocar alguna que otra cosilla. Y sinceramente viendo como iba mí cuadro no creo que nadie me pudiese superar. Solo en un par de minutos lo tendré terminado.
Pero, antes quería mirar que era lo que estaban haciendo los demás, y parecía que casi todo el mundo había terminado y dándole los últimos retoques a sus cuadros. Que gracioso, a uno se le había caído un poco de agua en el cuadro y la pintura se le estaba corriendo, sino lo arreglaba deprisa todo su trabajo no iba a servir para nada. Al lado estaban Adam y Gabriel. Su forma de organizarse era muy rara pintaban por turnos, eso esta bien porque el modelo podía estar de forma diferente de la que estaban todos, pero lo malo era que tenían que hacerlo muy rápido o no les daría tiempo a terminarlo. Ahora, pintaba Gabriel a Adam pero no podía ver lo como iba su cuadro. Aunque si podía ver que tenia un gran cuadro como el mío, y podía ver a Adam sentado en el sin camiseta. Pero mejor dejo de cotillear tanto si quiero conseguir ganar, y hacer que mi cuadro sea la envidia de todos.
- Eva deja de moverte tanto – ordenó Diana, además no era la primera vez que me lo decía – que si te mueves tanto no puedo pintarte, me voy tener que estar aquí pintándote toda la vida.
- Ay, lo siento no me había dado cuenta, - dije disculpándome – es que me quede embobada mirando otras cosas.
- Aja – contesto mientras cambiaba de pincel para pintar con otro color.
- Je, creo que algunas veces me meto en mi mundo y no salgo de ninguna manera. Y cuando y me doy cuenta de lo que ha pasado han paso muchas cosas a mi alrededor, y es… como lo diría… sorprenderte.
- No si a mi no hace falta que me lo digas. – Dijo levantando la mirada del óleo. – Si es que cuando estas pintando entras como en un trance y no me escuchas.
- Si, bueno, - vaya no sabia que se hubiese fijado tanto en mi, eso me alegro– es mi particularidad.
- ¡Ahg! – gritó Diana.
- ¿Qué pasa? ¿Si te has equivocado en algo ya te ayudo yo?
- ¡No! Y no es que me haya equivocado ni nada pero es que te has sonrojado y estas muy guapa así – eso hizo que me sonrojase un poco más, – Y ya casi había terminado. Se quedó un momento pensativa haciendo un mohín, ¿es qué siempre iba a irradiar belleza nuestra diosa griega? - Espera un momento que ahora vengo.
Se levanto y salio corriendo en dirección a la profesora Aurora y habló un momento con ella. Parecía que le estaba rogando algo y cuando volvía venia con una sonrisa en su rostro.
- ¿Qué pasa?
- Pues que nuestra querida y adorada profesora Aurora, nos deja quedarnos un rato más después de las clases para que así yo pueda terminar tu retrato.
- ¿Pero no lo habías terminado?
- Bueno, mas o menos. – Respondió sonriendo y viendo que yo levantaba el ceño prosiguió. – Es que como estas tan mona con las mejillas sonrojadas que te quiero pintar así, por lo que necesito un poco más de tiempo para terminar el retrato.
Eso hizo que volviera a subir el color de mi cara a otra gama de de rojo mas fuerte. Pero lo importante era ¿desde cuando Diana se fijaba tanto en mí y en mis expresiones? Y la más importante aún ¿podría hacer que pusiese mi cara más roja de lo que ya estaba?


Ya había tocado la sirena y todo el mundo se había ido solo, bueno no todo el mundo porque quedaba Gabriel que estaba terminando de recoger sus pinceles.
Lo malo era, que me daba miedo quedarme sola con Diana pero en parte quería que Gabriel se fuese ya. Y así lo hizo a los pocos segundos como si hubiese leído mi pensamiento, pero antes de iré se volvió, me sonrió y cruzo la puerta.
Si, ahora si que estábamos las dos solas en el aula. En un principio era fácil hacer de modelo, pero poco a poco su mirada me empezó ha poner nerviosa y hacia que recordase el día del champú, cosa que hacia mi sonrojo no bajara.
Además ahora no me atrevía, mejor dicho, no podía mirarla a los ojos, por lo que me fijaba como su pincel iba de un lado a otro. Pero al final lo que veía era su mano apoyada en la pared de azulejos blancos y con lo blanca que era no había demasiada diferencia entre el color de su piel con el de los azulejos.
Ya, para. Dejemos de pensar en eso. Ya.
- Deja de agitar la cabeza y mírame que ya me queda poco. – Dijo mirándome fijamente.
- Ok. – Respondí aguantando su mirada.
Tenía que tranquilizarme, pero ella seguía mirándome con esos ojos color miel que parecían atravesarme por completo. Seguro que eran ilusiones mías, o puede que este haciendo esto para ponerme nerviosa y así conseguir el mejor cuadro. Sí, eso tenía que ser, pero también podría ser la última opción… pero no, eso era imposible así que venga solo un rato más. Solo un rato más.
Y así poco a poco volví a entrar en mi relajante mundo donde ya no veía nada, ya no pensaba en nada. Pero de repente sentí que algo tocaba mi mano y volví a la realidad.
- Eva – era Diana que me estaba llamando – ¿qué te pasa?
-¿Qué? Ah, nada solo estaba pensando.
- Ah, vale, es que te he llamado y no me contestabas. – Que hermosa sonrisa tiene. - Bueno el retrato ya esta terminado ¿quieres verlo?
- Si claro.
Me levante rápidamente y fui a ver el cuadro. Y dios ¿así me veía yo?
- Vaya que, que… no tengo palabras.
- Bueno con que me digas si te gusta o no me conformo, se que no soy muy buena en esto en comparación contigo pero…
- Me encanta. De verdad es genial. – Dije interrumpiéndola. –En serio, te ha salido muy bien.
En el se me podía ver como estaba mirando hacia algo muy concentrada, evidentemente mi cuadro, y mordiéndome el lado izquierdo de mi labio. Tenía el pelo suelto pero parecía que había algo de viento que lo mecía, y el contraste de luces y sombras era muy bueno.
- Pero tengo una pregunta.
- ¿Qué?
- ¿Cómo es posible que no te sangre el labio si estas todo el tiempo mordiéndotelo mientras pintas?
- Pues no se, será la costumbre.
- Pero mira creo que ahora te esta sangrando. – Me dijo mientras se acercaba a mí y me cogía del mentón. Dios, estaba tan cerca que podía volver a oler su perfume, y creo que lo ha cambiado.
Cerré un momento los ojos para poder olerla mejor y entonces ella me beso. Pude sentir como sus labios rozaban los míos, podía sentir su aliento pero cuando note que se iba a separar de mi la atraje hacia a mi y la bese como desde todo este tiempo deseado. Sentía su lengua jugando con la mía, y sentía como pasaba la mano que me había agarrado el mentón por mi cuello hasta llegar a mi nuca. Me atrajo hacia ella para profundizar el beso más. Pero al poco nos separamos. Pero yo no quería, quería seguir derritiéndome en esos labios, y mire sus apetitosos ojos del color de la miel y le mordí el labio suplicando por más.
- Espera, - me dijo separándose de mi – Eva.
- ¿Qué?
- Eva, es, - la vi con un atisbo de inseguridad mientras decía mi nombre – que a mi me gustas mucho. – Aparto la mirada de mí pero volvió rápidamente a mirarme para observar mi reacción. – Y, bueno, me preguntaba, ¿si querías salir conmigo?
- Claro que si mi diosa griega. – Y la volví a besar levemente en los labios.

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Y nada aqui esta el final. Espero que les haya gustado a la historia y quieran dejarme algún comentario contandome que les ha parecido.
Beaucoup bisses mes amies!! (^3^) muakss!!

2 comentarios:

  1. Holaaaaaaaaaaa!!! soy la profa de frances!!
    Emociooooooooooooooooooon que has terminado la historia!!!! (doy saltitos de alegria a la pata coja)

    Me temo que en mi fecha no habia chicas como la diosa en mi instituto (eramos todas normaitas tirando a humanas XD) Pero molan un monton los romances de instituto...siempre traen buenos recuerdos ^^

    Con permiso de la autora, lo colgare en breve en mandrágora!!
    Sigue escribiendo wapetona!!!

    PD: Es cosa mia o te has vuelto a liar con lo de eva y peneelope?

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  2. juuuu
    ¿ya estaaá?
    ¿No había un cuarto capitulo?
    Como todo lo que leo me ha costado arrancar, y como me pasa cuando lo que leo me gustame sabe a poco y ¡¡ quiero mas !!
    Creo uqe lei por ahi que eran 4... ¿¿que es lo que ronda en la cabeza de Adam??

    Solo puedo reprocharte que me gustaba mucho el ambiente de misterio entre las dos que termina cuando dices algo así como"ya eramos como amigas de toda la vida"... La tensión en la ducha y los susurros del pasillo me gustaron mucho. Se podia sentir la tensión, como atraía la diosa a Eva con solo su voz.

    Lo unico reprochable son algunas erratas y tal (poca cosa).
    Me ha gustado mucho !! Los personajes tienes personalidades muy originales y relaciones que llaman mucho la atencion, es genial. Has sabido alejarte de los topicazos y tal.

    Ya soy seguidor de tu blog, cuando publiques mas me informarán de ello jajajajaja

    Looking forward reading from you. =P
    Rafa ---

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Comentarios: