miércoles, 10 de junio de 2009

Este fic no es mio pero me encantaria que asi fuese

Hola!! A todos los que queden por ahí. Bueno lo primero que tengo que decir que esta historia es una historia copiada de una amiga mia, es por la que me puse el nombre de la Alumna de francés, pues como mi propio nombre indica ella es mi profesora de francés. Ella tiene una pagina web Mandragora donde escriben fics o relatos yuri, es decir, relato de chicaxchica. Bueno ya me he leido todos sus relatos y me encantan y quiero compartirlos con el mundo (con la autorización de ella. Bueno dicho lo dicho solo espero que les guste y que lo lean. (^.^)

Historias de instituto

Eran las 5 de la tarde y no podía estar más aburrida…De todas formas, yo solita me había buscado esta situación.



Ya me lo había dicho mi madre unas quince veces el domingo:

- Silvia coge le paraguas, ¡que el hombre del tiempo ha dicho que va a llover!



Yo había mirado por la ventana del salón y después de comprobar como el sol lucía en todo su esplendor le había dicho:

- Si, si…ahora lo cojo



Aunque, eso traducido venía a decir: “No pienso cargar con ese trasto, sólo porque al tío del tiempo le ha dado por decir que hay un 40% de probabilidad de lluvia, sólo para joderme el domingo”



Bueno, el resultado fue lo que todo el mundo (incluido el simpático hombre del tiempo) habían estado esperando: LLOVIO.

Y no un pequeño aguacero…no señor…¡¡El domingo cayó el diluvio universal!!

Así que volví corriendo a casa, acordándome de todas las generaciones del tio que invento las probabilidades. Para cuando conseguí llegar estaba calada hasta los huesos.

Un enorme charco se estaba formando a mis pies, producto del agua que goteaba de mi ropa y de mi pelo.

- ¿Al final no cogiste el paraguas?- me preguntó mi madre

- ¡¡ATCHUS!!- fue mi única respuesta.



Como resultado de mi incredulidad al hombre del tiempo, obtuve un maravilloso resfriado, acompañado de fiebre que duró toda la noche del domingo…

Lo único bueno que pude sacar de todo esto, es que me había librado de ir al instituto…pero ni siquiera eso me animaba, porque a pesar de que me había librado de verle la cara al de mates, no podía dejar de en que me había perdido todos los cotilleos del día con mis amigas, además de que hoy íbamos a hace lo del amigo invisible…

- ¡¡¡Atchus!!!- volví a estornudar por vigésima vez. Solté un bufido de cabreo y me quité la sábana de encima, tirando todos los clinex al suelo. Empezaba a agobiarme y quería salir de mi habitación, pero mi madre no quería que saliera de la cama hasta que no se me pasara la fiebre… Ya hacía rato que me había bajado, pero si se lo decía, tendría que dejar de ver la tele y comer galletas para ponerme a hacer los deberes…De todas formas, ni siquiera sabía si tenía deberes o no, aún no había hablado con Ana (mi mejor amiga y compañera de mesa )



Miré el reloj. Eran las 5,30…¡Perfecto! Hoy salíamos a las 5, así que Ana habría llegado a su casa hacía un rato, ya que las dos vivimos a menos de 10 minutos del instituto.

- Bueno …vamos a ver- me dije a mi misma- Bajo a la cocina, cojo mas leche y galletas y con disimulo cogeré el teléfono inalámbrico, llamaré a Ana y…¡¡Necesito comunicarme con alguien!!



Avancé hacia la puerta de la habitación, esquivando la ropa del suelo y los pañuelos.

- ¡Dios! Mi cuarto está hecho una pocilga- pensé- Un día recluida aquí ¡¡y esto ya es un caos!!



Desde luego que mi aspecto no era tampoco lo que se podía decir “glamuroso”: Pelo revuelto y una camiseta talla XL que me quedaba unos centímetros por encima de la rodilla…lo justo para tapar mis…ejem…intimidades…Bueno, mas bien para tapar las braguitas color amarillo pollo que llevaba puestas….¿Qué?....¡¡Eran las únicas que había encontrado en el fondo del cajón!!!...Me temo que hay que hacer la colada con urgencia.

En general, podía haber pasado por un bulto más de la habitación…



Avancé descalza hacía la puerta de la habitación, clavándome en el pie algún objeto que no llegue a reconocer….Diosss…¡¡que desastre de cuarto!!



Pero cuando intenté alcanzar el pomo de la puerta, vi que éste giraba sólo…¿Alguien estaba abriendo la puerta?

Me quedé parada sin saber muy bien que iba a decir, si mi madre me encontraba fuera de la cama, descalza y con una jungla de ropa y trastos a mi alrededor.

Sin embargo, la persona que apareció al otro lado me sorprendió aún más…

- ¡¿Ana?!



Mi amiga había abierto la puerta lentamente, como si no quisiera hacer mucho ruido y había asomado la cabeza por detrás de la puerta.

- ¡Hola!- hizo un movimiento con la cabeza que provocó que parte de su flequillo cayera graciosamente sobre su nariz- Tu madre me dijo que posiblemente estarías dormida, pero ya veo que estabas…- paseó su mirada azul por mi habitación- ¿Ordenando tu cuarto?

- ¡Muy graciosa!- dije irónicamente- Anda, pasa- terminé de abrir la puerta y tiré de ella hacía dentro. Me fijé en que aún llevaba puesto el uniforme del instituto y la mochila.

- No quiero que mi madre me vea así…-añadí-Porque…porque…

- Porque prefieres seguir haciendo la vaga ¿ no?- Me miró con una ceja levantada y cruzada de brazos.

- ¿No iras a negarle un poco de descanso a una enfermita, verdad?-dije poniéndole morritos.

- ¿Enferma? Silvita…tu lo que tienes es mucho cuento

- ¡No! En serio…ya casi no tengo fiebre pero ¡ATCHUS!..¿Ves? Aún tengo el resfriado encima.

- Ya,ya…Eso lo veremos ahora- y me empujó hacía la cama en la que caí sentada.

- Eh! Con delicadeza que aún estoy convaleciente!!



Ana me dedicó una sonrisa maliciosa, como diciendo “te aguantas” y empezó a quitarse el jersey. Al tirar de él hacía arriba para sacarlo, se levantó también la camisa, dejando su estómago al descubierto…Me fije en que llevaba puesto el pircing de bolitas de colores que le regalé por su cumple…Desde luego que Ana siempre había sido más lanzada que yo para muchas cosas. Yo no me habría atrevido a agujerearme el ombligo…¡¡sólo pensarlo me da mareo!! Aunque claro, a ella le quedaba mejor que a mi seguro….tiene un vientre plano, piel suave…perfecta! No tenía mas que recordar lo genial que le quedaba en verano, cuando se ponía morenita e iba luciendo tipazo y pircing en bikini…¡No había tio que no la mirara!...Yo también la miraría!!...Claro, que porque es mi amiga ¿eh?...¡Que nadie se piense nada raro!…Es que las amigas se miran entre ellas y se dicen lo guapas que están….No hay nada malo en que me moleste que otros chicos la miren…¿Verdad?...¡¡Es sólo que hay mucho buitre por ahí suelto!! Y.. ¿Y que hago pensando en todo esto?



Fue en ese preciso instante en el que volví a la realidad, para darme cuenta de que Ana ya se había quitado el jersey y se estaba aflojando la corbata del uniforme.

¿Por qué mi mejor amiga me tira sobre la cama y se empieza a quitar la ropa?

¡¡¿¿Pero que estoy pensando??!!!



De repente, sentí como mi cara ardía…Y aumentó aún más, al ver como Ana se acercaba a mí. Fijé mi mirada en la colcha de la cama, como si de pronto fuera lo más importante del mundo…cualquier cosa con tal de no mirarla.

Sentada en la cama, lo único que alcanzaba a ver de perfil, era el borde de su falda plisada del uniforme…eso quería decir que estaba muy cerca ¿no?



- ¿Sabes?- me dijo de pronto Ana- Puede que tengas razón y aún tengas algo de fiebre…tienes la cara muy colorada.



Sentí un extraño pinchazo en el estómago…¿Tan evidente era?

Ana agarró mi barbilla y me obligó a mirarla. Sus ojos azules, parecían más grandes que nunca…quizás porque estaba muy cerca…no se…Temí mirarla durante mucho rato. Me daba la sensación de que ella podría leer claramente todos mis absurdos pensamientos sobre ella y se reiría en mi cara.

Una de sus manos se deslizó de mi barbilla hasta mi frente. Un “¡Vaya!” muy suave, escapó de sus labios, los cuales unos segundos después estaban posándose suavemente sobre mi frente.

Apenas ejerció una ligera presión durante unos escasos segundos, pero a mi me pareció una eternidad mientras su aroma a vainilla, me inundaba por completo.



En la forma en la que estábamos, yo sentada en la cama y ella inclinada ligeramente sobre mí, alcanzaba a ver frente a mi, parte de su flequillo negro, rozando la comisura de mi boca y la corbata con el nudo aflojado, balanceándose frente a su escote.



- Silvi…- Ana interrumpió mi minuciosa inspección- Creo que tienes fiebre de nuevo…¡estas ardiendo!

- Eso no es verd…¡ATCHUS!- mi intento de queja se vio interrumpido de nuevo por los malditos estornudos

- Anda ¡métete en la cama!...¿Dónde está el maldito termómetro?- Ana rebuscaba entre las sabanas y por la mesita de noche- Ufff!!Lo que no entiendo es como soportas el calor de este cuarto- comentó mientras se abanicaba con una mano.



Me sentí estúpida mientras me acomodaba entre los almohadones de la cama…¿Qué puñetas me está pasando? Ana sólo tenía calor….por eso se quitó el jersey…pero yo aún seguía teniendo un nudo en el estómago.

- Aquí está-Ana finalmente encontró el dichosos aparatito y le puso en la boca. Yo me derrumbé sobre la cama…quería que la almohada me tragara y así dejaría de sentirme ridícula.

- ¡Te he traído una cosa!- me dijo Ana alegremente. Cogió su mochila del suelo, sacó su estuche y se sentó de golpe en la cama, con lo cual casi me aplasta.

- ¿Un regalito?- pregunté como pude con el termómetro en la boca.

- No exactamente…ya que hoy no has podido venir, pues…¡¡TACHAAAAN!!!



Ana sacó un papel blanco, doblado por la mitad y me mió con una gran sonrisa.

- Oh! vaya!...- dije sarcásticamente- ¡¡La ilusión de mi vida!! ¡Un trozo de papel blanco!¿Cómo has podido encontrarlo?



Ana me miró levantando una ceja.

- Haré como que eso que acabas de decir es producto de la fiebre…U¬¬ ¡No tonta! ¿no te acuerdas que hoy hacíamos lo del amigo invisible?



De pronto me sentí mal de nuevo…¡ Me lo había perdido! Ahora nadie me regalaría nada…aunque ese papel…

- Como no viniste, yo eché tu nombre en el saco- me dijo Ana- y este papel, es el nombre de la persona a la que tú tienes que regalarle…¿A que estoy en todo?- y me guiñó un ojo.

- ¿En serio?¡Gracias!- Alargué la mano para coger el papel pero ella me lo quitó de en medio.

- ¿Cómo que gracias? Me encargo de que no te quedes fuera del juego, cojo apuntes por ti, entrego tu trabajo de química y además vengo como buena amiga que soy a hacerte una visita…¿Y sólo me dices “gracias”?¿Es que no me vas a dar nada a cambio?



Una ráfaga de imágenes de posibles cosas que podía darle o hacerle a cambio, pasó por mi cabeza rápidamente sin ni siquiera darme tiempo a catalogarlas como “aptas para todos los públicos”. Debí tardar un tiempo lo suficientemente largo en pensar todo eso, porque Ana después de mirarme de forma extraña añadió:

- Espero que esté pensando en cual de todos tus Cd´s me vas a dejar…



De repente reaccioné:

- No sabía que tuviera una amiga tan materialista- intenté contestar lo primero decente que se me pasó por la cabeza.

- Si claro…lo que tu digas- me dijo Ana- pero no te libras de dejarme el último que te compraste.



Mientras decía eso, me tendió el papel doblado, yo lo cogí con desgana.

- A ver que tal estas…- Y dicho esto, sacó el termómetro de mi boca.



Ahora si que me sentía estúpida….¿Cómo he podido pensar en…?¡Ay Dios!...Quizás Ana tuviera razón y tuviese que echarle la culpa a la fiebre.

- Silvi…eres una cuentista, ya casi no tienes fiebre...- me dijo a modo de regañina.



¡Mierda! Pues la excusa de la fiebre ya no me vale…Empecé a darle vueltas al papelito entre mis manos, sin la mas mínima gana de mirar el nombre que había dentro…con la mala suerte que tengo seguro que estaba el nombre de la repipi de la clase…¡Que mal me cae!...Y desde luego que no iba a estar el nombre de Ana…

- Sabes Silvi…- de pronto Ana hablaba mas bajito de lo normal y daba vueltas al termómetro en sus manos…pero a penas le eché cuenta, mas paranoias no…

- Mañana es el examen de mates- añadió Ana



¡Mierda!- pensé- Ya no me acordaba del puñetero examen…de todas formas, no pensaba ir mañana.

- Y bueno…- siguió hablando mi amiga- Tu sabes que no se me dan bien las mates…

- Ajam- le contesté sin mirarla, aún seguía pensando en el dichoso papelito y el regalo…¿Y si me tocaba Rocío? Esa chica sólo piensa en Tom Cruise…

- Además…-Ana hablaba nerviosamente- No he tenido tiempo para estudiar con lo del trabajo…

- Si claro…era muy largo- respondí vagamente aún sumergida en mis pensamientos….Vamos a ver, si me tocaba Rocío, le compraba una foto del dichoso Tom Cruise y punto….Aunque ya podía tocarme la gótica de la clase…¡A esa si que es fácil regalarle algo!

- Y si no voy mañana…- continuó Ana- Ya tendría que hacernos el examen la semana que viene a las dos…

- Si,si- Seguía sin echarle ni puta cuenta….Porque claro…si me toca la gótica le compro una pulsera de pinchos o algo negro y resuelto ¿no?

- A si que… había pensado que tú…podrías…podrías…pegarme el resfriado…



Volví de mi submundo para oír a penas la última frase de Ana…¿Qué le pegue el resfriado?¿Pero esta sabe lo que dice?¿ De verdad prefiere aguantar los estornudos, la fiebre y los mocos por no ir al examen?...Aunque bien pensado…

- Ya claro…- añadí medio en broma- ¿Y cómo crees que te lo voy a pegar, eh?- por fin la miré- …¿Respirando el mismo aire que yo?



Apenas pude observar sus ojos azules una fracción de segundo, antes de que dijera:

- No…así



Y de nuevo su aroma a vainilla me inundó por completo, pero esta vez, venía acompañado de del suave tacto de sus labios sobre los míos…Espera…¿Me está besando?

Abrí los ojos sin separarme de ella, sólo para comprobar si era verdad…¡Dios mío!¡Me está besando! Y esta vez no era mi imaginación o la fiebre.

Sin embargo, algo fallaba…Ana estaba ahí, estática, aún sin creer muy bien lo que estaba haciendo, tan sólo rozando sus labios con los míos… ¿A caso se arrepentía? Más bien, me daba la sensación de que estaba esperando mi reacción…



Me atreví a tomar su labio inferior entre los míos, como si de un leve mordisco se tratase…temiendo que finalmente, Ana se separar y me dijera ¿Qué estas haciendo? ¡Era una broma!



Pero la suerte estaba de mi parte esta vez, porque Ana no se separó…En vez de eso, soltó una especie de suspiro que provocó que un escalofrío me recorriera la espalda. Sonreí dentro de aquel extraño beso que estábamos compartiendo al comprender una cosa…

Ana…la valiente Ana, la chica que yo tanto admiraba por enfrentarse a la vida con descaro, la que tenía a quien quería con una sola sonrisa…tenía miedo.

Miedo de ser rechazada, de una extraña forma y en una situación tan ridícula por su mejor amiga…y necesitaba un empujoncito…

- ¿De verdad quieres que te pegue el resfriado?- Me atreví a murmurar sobre sus labios.

- Yo…



Un sonido imperceptible escapó de los suyos. Apenas pude sentir el calor de su respiración sobre mi boca…Eso fue como un detonante para empujarme a hacer algo que nunca hubiese imaginado.



No la deje terminar. Con una mano, la agarre de la corbata y la empuje sobre mí… A pesar de un pequeño quejido de sorpresa por su parte, capturé sus labios.



El efecto fue inmediato y Ana sin dudar un segundo más entreabrió los labios permitiéndome profundizar aquel beso que había comenzado como una tonta excusa.

Sus manos se movían nerviosamente por mi espalda, mientras yo enredaba mis dedos entre su pelo y la atraía mas hacía mí…en ese momento me daba igual que a la persona que estaba besando con tanto fervor no era otra que mi mejor amiga, porque Ana estaba allí, haciéndome estremecer con sus caricias, maravillosamente entregado a mi en cuerpo y alma. Y ni siquiera sabía por qué. Sólo sabía que me gustaba, que era lo que necesitaba y que, por qué negarlo….era lo que realmente había querido hacer siempre.



Gimió dentro del beso cuando una de mis manos, sin permiso alguno, recorrió una de sus largas piernas hasta topar con el borde de la falda….En ese momento pensé que iba a perder el control…Sin embargo, la falta de aire se estaba haciendo notable y poco a poco, la fuerza del beso se fue aminorando.



Nos separamos lentamente, ambas con la respiración agitada. Ana desvió su mirada hacia la colcha que anteriormente a mi me había parecido tan interesante…al parecer ahora también lo era para ella.

Su pelo estaba algo revuelto y se mordía el labio como cuando estaba nerviosa. Me fije en que recolocaba los pliegues de su falda, mientras evitaba mirarme. Sus mejillas estaban encendidas…supuse que yo tendría un aspecto parecido.



Abrí la boca para decir algo, pero Ana no me dio tiempo. Como un resorte se levantó de mi cama y recogió su mochila nerviosamente del suelo. Sin mirarme aún abrió la puerta de mi cuarto.

- Tengo…tengo que irme ya Silvia…



En ese momento me sentí fatal…ella era la que lo había empezado todo ¡y ahora se largaba sin más!

Me tiré pesadamente de nuevo en la cama, me sentía mareada…no tenía fuerzas para pedirle explicaciones. Cerré los ojos fuertemente, notaba como las lágrimas amenazaban con salir…me sentía utilizada…por un momento había pensado que todo esto había significado algo más…que tonta fui.



Oí la puerta de mi habitación cerrarse…mierda, como iba a enfrentarme a ella la próxima vez que la viera… A sus ojos azules mirándome con burla y diciendo: “Todo fue una broma”…Dios…Aún podía oler su perfume de vainilla, tan cerca, tan real…

Abrí los ojos de golpe y allí, a escasos centímetros de mi cara estaban los maravillosos ojos azules de Ana:

- No podía irme sin decirte que…ummm…- Por unos instantes me miró sin saber como acabar aquella frase e hizo lo único que yo estaba deseando.



Un beso.

Corto y suave, apenas un roce sutil de sus labios, en comparación con nuestro beso anterior, pero esa era la única respuesta que había querido de sus labios.



Después se separó de mí, mientras recogía parte de su flequillo tras la oreja.

- Si mañana tengo que ir a hacer ese maldito examen de mates, vendré a reclamar.- me dijo con una sonrisa.

- Te estaré esperando- le dije yo.



Ana me miró intensamente, como analizando lo que yo acababa de decir, intentando ver que había más allá de aquellas tres palabras.

- ¡ATCHUS!- Ana estornudó

- Bueno, ya tienes lo que querías…¿No?-le pregunté

- Si…todo lo que quería…- su mirada se paseó por mi rostro, sonriendo sutilmente. El doble sentido de aquella frase me hizo más feliz de lo que pensaba.



Finalmente Ana se despidió de mí y cerró la puerta. Una sonrisa estúpida apareció en mi cara casi sin poder evitarlo…Aún no podía creer lo rápido que había pasado todo esto.



Un estornudo sonó al otro lado de la puerta.

No pude evitar reírme…Al final, esto de los resfriados no estaba tan mal.



Un papel blanco y arrugado, olvidado ya, estaba perdido entre las sabanas revueltas de mi cama.

---

Espero que les haya gustado, y si les gusta pondre otros mas yuris que me hayan gustado mucho y si quereis los yaois (relacion chicoxchico) que mas me hayan gustado(*^^*).
Y por ultimo tengo que decir que he terminado un relato pero tengo que revisarlo (cosa que me cuesta horrores) y nada mas lo haga lo subo para que lo lean. Estare esperando sus comentarios con impaciencia. Beaucoup bisses et chance!! (^3^) muak!!
P.D.: Antes habia aqui puesta otro relato pero al final no me convencia asi que lo cambie, si alguien lo habia leido que me avise.
P.D.2: esta es la web de Mandragora donde podeis encontrar mas fics: http://mandragorafics.wordpress.com/

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios: